No tengamos miedo a las hojas en nuestros acuarios. Las hojas en general, representan una serie de beneficios para éstos, especialmente en gambarios. Sirven de alimento para los invertebrados.
Debemos tener en cuenta, que no todas las hojas son aptas para los acuarios. Las hojas verdes en las estaciones más cálidas poseen una alta producción de azúcares, lo que, al introducirlas en el acuario, generarían un verdadero desastre ecológico, pues permitirían la fácil proliferación de algas.
Hojas a evitar en nuestros acuarios
Para seleccionar la hoja perfecta para nuestra pequeña charca, debemos procurar que esta posea la menor cantidad de contaminantes posibles. Debemos evitar a toda costa, las hojas que provengan de lugares muy transitados, pues la concentración de agentes patógenos será muy elevada.
Debemos asegurarnos de que la hoja seleccionada se encuentre libre patógenos o residuos de pesticidas. La introducción de este tipo de hojas al agua puede causar una verdadera matanza. Debemos procurar que las hojas provengan de nuestro propio jardín o de algún lugar de confianza, para así evitar malos ratos.
Una vez encontradas las hojas, ¿qué hago?
Una vez encontradas las hojas perfectas hay que hervirlas durante 10 minutos para que pierdan flotabilidad. En este proceso, las hojas liberarán un compuesto de color ámbar llamado tanino. Los taninos son utilizados en la confección de composiciones de biotopo de aguas negras. También son utilizados para bajar el pH y beneficiar la mucosa de los peces. Los amantes de las aguas cristalinas, deben repetir este proceso hasta quitar la mayor cantidad de taninos de las hojas.
Una vez introducidas en el acuario, estas flotarán por breves minutos para luego hundirse y formar parte de la dieta de nuestras gambas.
¿Que hacer después de ser utilizadas?
La doctrina indica dos posibles caminos que ayudarán a tomar la decisión. Recuerda que tener una sobrecarga de material orgánico puede generar una desestabilización de los parámetros del acuario.
Los hambrientos invertebrados, generalmente, se comen la totalidad de la hoja. Únicamente dejan pequeños restos que idealmente deben ser retirados tras 5 días. En caso de que la hoja no genere mayores cambios, es preferible dejarla en la urna.
Con el paso del tiempo la hoja se descompondrá. Hay que retirarla inmediatamente para evitar problemas futuros. Recomendaría en ambos casos, reponer por nuevas hojas, para que la dieta de nuestros invertebrados esté basada en este maravilloso y barato recurso.