Saltar al contenido

Comederos antivoracidad

El perro tal y como lo conocemos hoy en día desciende de un origen cazador, donde la comida no era un bien diario, por lo que ingerir la máxima cantidad de alimento en el mínimo tiempo posible era una diferenciación hacia la supervivencia.

En la actualidad las cosas son muy distintas, nuestros fieles amigos tendrán pienso en el comedero dos veces al día, por lo que si son impulsivos ante la comida deberemos controlarlos para evitar problemas mayores. Si esta acción es muy habitual, además de exceso de comida, estará introduciendo grandes cantidades de aire en el estómago, lo que puede producir empachos e indigestiones, pudiendo llegar a ser fatales en algunos casos.

Un buen remedio para este mal son los comederos antivoracidad. No son más que herramientas que harán que nuestros perros coman más despacio debido a la dificultad que encuentran para alcanzar el alimento. Los hay en multitud de formas, colores y mecanismos, por lo que no encontraremos problema para decantarnos por uno u otro.

Estos comederos también conseguirán que nuestra mascota no pierda el interés por su pienso, puesto que relacionará la obtención de esta recompensa con un esfuerzo extra por conseguirlo, al igual que ocurría con los premios para el adiestramiento.

Este mal es más frecuente en razas grandes, pero no quita que también se de en el resto. Si nuestro can no presenta estos rasgos, no tendríamos por qué usar este tipo de comederos, pero alguno de ellos podemos utilizarlos como juguete. Incluso hay perros que sólo comen cuando realmente tienen hambre, o cuando ven a sus dueños comer. Y tu perro, ¿cómo de voraz es?